24.2.13

Sobre “Contra el marasmo: resplandor eterno” (nota de PERFIL 16/02/13) (por Corina Moscovich)

Mi tío Abel me guardó el suplemento cultural de Perfil del último domingo (1). Me dijo: “habla sobre el panorama de la poesía argentina”. “Qué intriga” pensé. Habiéndolo leído más de una vez, intento aquí hacer una especie de resumen, o “pasada en limpio” sobre el mismo; además de por supuesto, agregar mi opinión personal sobre el tema.
Perfil (a través de Gonzalo Leon) indaga sobre el estado actual de la poesía argentinay consulta algunos poetas... Tras nombrar la ausencia de voces como Néstor Perlongher, Zelarayán, Joaquín Giannuzzi, Leónidas Lamborghini y Héctor Viel Temperleycita a “Cecilia Pavón, Fabián Casas, Fernanda Laguna, José Villa, Cucurto y Alejandro Rubiocomo “autores en pleno desarrollo, de la generación de los 90”.
También Leon menciona a Tamara Kamenszain, Jorge Aulicino, Diana Bellessi y a Arturo Carrera y asegura: “las editoriales también se han multiplicado: hoy además de Vox (la editorial con el catálogo de poesía argentina más completo), están Gog y Magog, Stanton, Zindo & Gafuri, Determinado Rumor (digital) y las innumerables cartoneras; eso sin contar a las editoriales no especializadas en poesía pero que cuentan con interesantes títulos, como Alción, Mansalva y Bajo la Luna”.
Entre los poetas consultados, Daniel Freidembergdesconoce cuál es el estado actual de la poesía argentina, básicamente porque “en realidad eso nunca se pudo determinar”. Por otro lado, Mariano Blattdestaca la poesía reunida de los autores de los 90, pero también llama a estar atento a los nuevos nombres...”. Interesante la opinión femenina citada por Leon: Ana Porrúa centra (la continuidad de la que habla López) también dentro de una poesía femenina: “Aparecen una cantidad de poetas mujeres que exhiben un imaginario propio y buscan y consolidan una voz que no es, por otra parte, única”. “Veo, quizás, más dispersión, pero no menos producción”. Para Leon, el que se atreve a caracterizar la producción actual de poesíaes Juan Desiderio: “A grandes rasgos, los hombres poetas mantienen un lenguaje inmerso en lo coloquial; las mujeres poetas apuntan a afinar con sus palabras, una poética más bien espiritual. Pero además he visto en estos últimos años una apuesta fuerte al recitado con bases musicales, en especial jazzeras y electrónicas”.
León inserta tres poemas con la foto de cada “joven” autor:
Poema de Martín Rodríguez:
Los trabajadores sociales son los psicólogos para los pobres./
La educación popular es la educación formal para los pobres./
Dice: los pobres no tienen inconsciente.//
Se les voló. Se les volaron las chapas./
Dice: los pobres no tienen representaciones./
¿Cómo se llama el que guía el estado de necesidad? Trabajador social/
¿Cuál es el árbol de problemas?/
Vos no conocés todos sus saberes,/
dice escrito con tiza blanca,/ debajo del árbol de problemas,/
en la pizarra negra del CIC.

Poema de Gabriel Cortiñas:
No se puede hacer harina con los cascos 

asaron al enemigo pero se lo comieron crudo

el diente de oro les estalló en la panza

molieron dientes con paciencia, los picaron
hicieron tortilla: de maíz, de arroz, 
tortilla de papa, tortilla de muela. 
El brillo del diente empuja a romper 
en la panza no digiere la luz
es un filo que abre el tímpano en cuatro.
Si la vanguardia no te cubre: el zumbido
la explosión. Todos esperan en las butacas
el comienzo del combate. 
Se cierra sobre la lona como un capullo 
(un capullo no estalla)
está prohibido llevar reloj.

Poema de Martín Gambarotta
(Acto I. Escena I. Rodríguez vestido de pionero.)
RODRIGUEZ: Madre, creo que soy un fascista y no temo serlo
pero quiero dejar de serlo o al entenderme fascista
y no sentir temor dejo de serlo, es una pregunta;
no hablo del lugar común de los que son fascistas
y no lo saben, no hay nada más fácil que decirse
no fascista; cuando veo un demócrata por tevé
quiero pegarle un tiro; tengo planes para todos
construcción de hospitales, regulación del alcohol
por parte del estado, una nueva gramática; estoy
del lado de la policía. ¿Conocés ese texto madre
donde P.P.P. se pone del lado de la policía cuando
reprimen a los estudiantes? Y también a veces dudo
hasta de ser fascista y tampoco temo ser otra cosa:
un quinto columnista, triple P portando la antorcha
con la que ha de incendiar babilonias o un cuadro
del partido republicano al que le ponen en su copa
la última aceituna del frasco para que sorba martini
en lo que fue el este.
Leon destaca poetas (Mario Arteca, Martín Gambarotta, Francisco Garamona, Gabriel Cortiñas, Arturo Carrera) que además de haber publicado en Argentina, también lo hicieron en otros países de Hispanoamérica. Concluye diciendo:...la poesía argentina actual está más cerca de la superproducción que del marasmo. A ver, la poesía argentina actual está más cerca de la superproducción que de una paralización o inmovilidad. Sí, pero falta considerar más variables en este panorama.
Como lectores interesados en la poesía argentina no podemos dejar de repetir esas palabras: “estado actual de la poesía argentina”. Quizás pensar en que estado remite a algo que no es permanente, en que lo actual nos debe llevar a un pasado mucho más lejano que la década del ´90. Para Leon, de la disputa entre neobarroco (Perlongher, Kamenszain y el primer Carrera) y objetivismo (Giannuzzi, García Helder, Casas, Aulicino)” “va quedando muy poco”. “...existen diez veces más editoriales con proyectos sólidos que hace 15 años, y no sólo en Buenos Aires.” Acá hubiese estado bueno hacer un panorama, aunque sea somero, de los proyectos sólidos fuera de Buenos Aires ya que la idea es hablar sobre el panorama de la poesía argentina (Argentina=país de 23 provincias + C.A.B.A.). De todos modos, hacia el final de la nota Leon hace hincapié en que los festivales internacionales de poesía, como el de Rosario y el de Córdoba, se siguen sucediendo.”
Como expresó Borges en la conferencia El enigma de la poesía: “todo el mundo sabe dónde encontrar la poesía. Y, cuando aparece, uno siente el roce de la poesía, ese especial estremecimiento.” Personalmente, el deseo es que los rótulos se apliquen con cuidado, sapiencia y delicadeza, en especial, cuando se habla de la poesía. Aquí, allá o donde sea.
Corina Moscovich