28.12.13

Germany: Bonn's Altstadt (Old Town)

Bonn's Altstadt (Old Town) is close to the giant administrative center of the city at the Berliner Platz and the Old Cemetery

“Alte Heerstrasse” and nearby “Breite strasse” are quiet, cobble stoned one-way-streets which are  lined with beautiful old houses, quirky shops, cute cafes, pubs and international restaurants and street art. 

With its narrow roads and picturesque old style houses, the quarter is a popular place to live. It has a very multicultural and collegiate touch. Altstadt boasts an inner-city atmosphere and stretches all the way to the council office buildings in the north. 
Art aficionados could do worse than paying a visit to the Kunstcarré (Artists' Square) as well as the Art Forum. Other arty attractions include Bonn Art Society on the Hochstadenring, and Women's Museum (Frauenmuseum) on Im Krausfeld street. 
This is Pawlow´s bar. I love it, it´s my place to write on paper...
The artists’ quarter is bounded by the Bornheimer Strasse, Hochstaden-Ring/Kaiser-Karl Ring, Römerstrasse and Oxfordstrasse. Other popular streets are Dorotheenstrasse, Maxstrasse and Wolfstrasse.

25.12.13

Notas rápidas sobre Berlín (por Corina Moscovich)

Ciudad cosmopolita a más no poder, a tal punto de a veces olvidarme de dónde estoy. Como una ciudad “usada”, no todo brilla, una ciudad con historia. Vaya historia...
Algunos de los lugares que visité: 
La torre de la Televisión de Berlín, que con 368 metros de altura, es el edificio más alto de Alemania. Fue construida por la RDA en 1969 como símbolo del poderío comunista frente al capitalismo. 
La Puerta de Brandenburgo, que inaugurada en 1791 es un símbolo del triunfo de la paz sobre las armas. Con 26 metros de altura, recuerda a los monumentos de la Acrópolis de Atenas. Está en una plaza que fue reconstruida tal cual los planos originales. En realidad hay mucho debate hoy en día sobre el dinero que se gasta/invierte en Berlín para “reconstruir” los edificios como antes de la guerra. También por eso Berlín (y creo que otras ciudades de Alemania pero en menor escala) están todo el tiempo en constante cambio.
También visité el Checkpoint Charlie, que fue el paso fronterizo más utilizado durante la Guerra Fría. Se utilizaba para cruzar a Berlín Este desde Berlín Oeste. Y luego, aunque la mayor parte fue derribada en los años 90, todavía quedan algunos fragmentos del Muro de Berlín, muro que durante 28 años dividió la ciudad. 

De todo, lo que más me impresionó fue el Monumento al Holocausto: 2.711 bloques de hormigón de diferentes alturas en recuerdo de los judíos asesinados. A algunas personas les impresiona y a otras les parece un horror, pero nadie se queda indiferente. 
 Parece como un laberinto, sin embargo, al estar en el medio, o en el costado, en fin, en cualquier parte, siempre hacia algún lado se ve una salida. Vaya mensaje el del arquitecto que pudo concretar una idea tan gigante. 









 Debajo, está el centro de información, que contiene una sala inicial donde se da (en textos e imágenes)  un panorama general de la política del terror nacional socialista  entre 1933 y 1945. Luego está la sala de las dimensiones (para mí la más impresionante) que contiene entradas de diarios personales, cartas y últimas anotaciones escritas durante el Holocausto. 




Cuando salía me encontré con un grupo que seguía con atención las explicaciones de un guía que hablaba en castellano. Me quedé con ellos y así recorrí otros lugares, con más y mejores explicaciones. En el lugar donde estuvo el búnker del señor H. ahora se ve esto:
Luego, en donde se encuentra la actual facultad de derecho, es donde tuvo lugar la quema de libros en 1933. El memorial en Bebelplatz fue diseñado por el artista israelí Micha Ullman. El recordatorio, llamado 'Bibliothek' (biblioteca) – apunta a cómo allí, el 10 de Mayo de 1933, los Nazis quemaron más de 20.000 libros que supuestamente no eran “alemanes” de la biblioteca de la Universidad de Humboldt. Se la puede ver desde arriba de Bebelplatz: es una instalación de bibliotecas blancas vacías, que de alguna manera, representan ésos libros ausentes. Una ventana instalada en el piso/techo permite a los pasajeros mirar hacia abajo. Muy fuerte.

Además, hay una placa con la siguiente frase de Heinrich Heine de 1821:   Das war ein Vorspiel nur, dort wo man Bücher/ Verbrennt, verbrennt man auch am Ende Menschen (That was just a prelude, where books /Are burnt, people will eventually burn too)
¿Más Berlín?






Corina Moscovich