Algunas palabras de un integrante de la Asociación Civil de Amigos de la Biblioteca Argentina: “producción intelectual y creatividad rosarina”, “contribuye a destacar la figura del hombre como persona”.
Y “en homenaje a la brevedad”, le siguió el señor Humberto Lobbosco, gestor del proyecto quien, entre otras cosas dijo: “Una biblioteca es un monumento a la permanencia”, “creo en la fuerza del deseo”, “debo encomiar y agradecer el esfuerzo”.
Luego, nuestro intendente comentó: “este pequeño gran acto que estamos celebrando juntos esta tarde”, “1912... casi cien años va a cumplir la biblioteca...”, “siempre me conmueve pensar en la ciudad de aquellos tiempos”, “esta institución tan querida por todos los rosarinos”
En lo personal, celebro la iniciativa de Humberto, rescato su alegría genuina y contagiosa. Me encantó ver gente de distintas generaciones compartir tanta emoción.
Ojalá que la literatura rosarina pueda ser estudiada y apreciada por gente de diferentes lugares del país y del mundo.
Corina Moscovich
3 comments:
estuvo muy lindo aunque llegué tarde, la idea está muy buena, saludos, vero.
Corina: Atento a mi fobia a las multitudes yo fui antes del acto, a eso de las 17, 30 y me enfrasqué en recorrer todos los libros para ver con qué me encontraba. Estimo que había unos 1500 libros (no ví el/los tuyos, Corina). El lugar es muy cálido y agradable, aunque el sillón del escritorio de las hermans Cossettini necesita ser reforzado en su espaldar si piensan dejarlo de libre acceso al público. Es un poco frágil. Así y todo me sentí conmovido sentado en el escritorio abriendo el cajón para descubrir manchas de tinta en su interior, rastros de lapiceras o frascos de tinta derramados que allí dejaron su marca indeleble.
Gustavo Cosolito
Aprendi mucho
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